Principia, el glamour del vino boliviano

El vino estrella de Bolivia.
El vino estrella de Bolivia.

¿Quieren conocer los secretos del ícono que marca el nuevo devenir del vino boliviano? Se llama PRINCIPIA y es de la bodega Premium de la saga Granier Ortiz.

Un vino ícono no se logra de la noche a la mañana. Su elaboración comienza muchos años antes de llegar a una copa, con ingredientes clave que conllevan mucha investigación, conocimiento, tecnología y un «saber hacer» que es puro arte.

Granier Ortiz seleccionó de los lotes 105 y 271 que hoy alojan sus viñedos de altura, solo después de haber estudiado a fondo todas sus características: suelos no muy arcillosos que permiten aplicar riego regulado y, por lo tanto, controlar el crecimiento de la uva y su concentración. Paradójicamente, no tienen buena fertilización natural, y esto permite llevar adelante un estricto control de la producción de la planta. Sus vides han crecido en suelos francos y ricos en carbonato de calcio, lo que está asociado a la buena calidad del vino.

También es importante tener en cuenta el manejo de viñedos y cosechas; se tiene muy en cuenta, como el riego controlado por goteo, para garantizar una hidratación muy uniforme. Además, la cosecha se realiza de forma manual y muy temprano para que la uva llegue fresca a la mesa de selección. Y anecdóticamente, con el fin de tener un control de las malezas y evitar el trabajo con máquinas, se realiza el pastoreo con llamas. Esto ayuda a mejorar la textura del suelo, porque un suelo bien aireado permite que las raíces trabajen mucho mejor sin salir a la superficie.

Este «Gran Reserva PRINCIPIA» de GRANIER ORTIZ llega para marcar un antes y un después en una nueva era en la historia de la vitivinicultura boliviana. Los astros se alinearon y el reloj astronómico marcó el momento exacto en el que inicia una nueva era: 15 de marzo de 2019.

Padre e hijos, Granier Ortiz, creadores del vino Principia.
Padre e hijos, Granier Ortiz, creadores del vino Principia.

Y así se ve en la preciosa etiqueta de esta botella que nos muestra el Gerente General de esta nueva línea de vinos con entidad propia, Luis Pablo Granier, de la cuarta generación de esta saga tarijeña. En la misma y estampada en papel de alto gramaje en aluminio y troquelada en su diseño, se ve el nombre de la marca que está sacado del libro de Newton.

La etiqueta representa un reloj de tres agujas de unidades métricas temporales en referencia a los astros, también llamado reloj Austral, que marca el día, el mes y el año de la cosecha de la botella. De esta manera, cada cosecha cambiará en su etiqueta las agujas del reloj para poder saber con metódica exactitud el tiempo de añada y, correspondientemente, proceder a su guarda, que para un vino de estas características tiene una guarda de más de 10 años.

Es un vino realmente completo, redondo, que no despunta y produce un efecto proustiano, que desencadena en el cerebro un torrente de recuerdos que nos remiten a un tiempo y un lugar determinados.

CATA

  • COLOR: Rojo cereza con matices violáceos.
  • AROMA: Frutos negros, nuez moscada, anís, té negro, clavo de olor, tarta de arándanos, lavanda y violetas.
  • PALADAR: De excelente acidez, fresco, limpio, carnoso, elegante, con taninos de grano fino que recorren el paladar mostrando una persistencia muy larga y agradable.

Fuente: SCZgm.

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