Cada 24 de noviembre, el Día Mundial del Vino Tinto invita a celebrar la historia, la cultura y la riqueza sensorial de una de las bebidas más apreciadas del planeta.
Hoy también es una oportunidad perfecta para destacar el creciente prestigio del vino boliviano, un secreto aún poco conocido en el mundo, pero cada vez más valorado por expertos y amantes del vino.
En un mundo donde los paladares buscan cada vez más autenticidad, el vino boliviano se abre paso con personalidad y encanto propio. Aprovechar el Día Mundial del Vino Tinto para descubrir o redescubrir estos vinos es una forma de celebrar no solo una bebida, sino también la dedicación de los productores bolivianos y la riqueza cultural del país.
VITIVINICULTURA DE ALTURA
Bolivia posee una característica única: gran parte de sus viñedos se encuentran a más de 1.600 metros sobre el nivel del mar, convirtiéndose en algunos de los cultivos más altos del mundo. Las regiones de Tarija y los Cintis ofrecen microclimas que permiten desarrollar vinos intensos, aromáticos y con identidad propia.
La combinación de altitud, amplitud térmica y suelos jóvenes aporta a las uvas una concentración especial de aromas y una acidez natural vibrante, cualidades muy apreciadas en los vinos tintos.
TINTOS BOLIVIANOS
En el contexto de esta fecha, Bolivia también tiene sus protagonistas:
- Tannat de altura: una de las variedades mejor adaptadas al suelo boliviano. Se caracteriza por su potencia, taninos firmes y notas de frutos negros, chocolate y especias. Muchos Tannat bolivianos han recibido premios internacionales.
- Syrah: en Tarija se obtienen Syrah jugosos, expresivos y complejos, con aromas a mora, pimienta negra y violetas.
- Cabernet Sauvignon boliviano: desarrolla un perfil elegante y menos astringente, con buena estructura y toques herbales característicos de la altura.
- Malbec boliviano: aunque no tan masivo como el argentino, ofrece versiones frescas, frutales y muy equilibradas.
CELEBRACIONES
1. Catando vinos de altura
Una degustación comparativa entre cepas locales y vinos de otras regiones puede mostrar el carácter diferencial del vino boliviano.
2. Maridajes con gastronomía nacional
Los tintos bolivianos combinan a la perfección con platos como:
- Asado de tira
- Silpancho
- Picante de pollo
- Queso humacha
- Charque o carnes de llama.
3. Visitas a bodegas y rutas enoturísticas
Tarija ofrece más de una decena de bodegas abiertas al público: Campos de Solana o Casa Real, entre otras, acá se vive el vino y Singani junto a la música, gastronomía y calidez local.
