La llegada de los primeros calorcitos nos invita a tomar sol, disfrutar de paseos al aire libre y hacer ejercicio en espacios abiertos.
Para adentrarnos en una de las temporadas más lindas del año, te compartimos algunos consejos para elegir vinos y disfrutar de los mejores maridajes en primavera.
En materia vínica, empieza la temporada de vinos blancos y rosados. Pensamos en etiquetas frescas, frutadas, fáciles de beber y con poco tenor alcohólico. Para acompañar estos vinos con menos cuerpo y liviandad en el paladar, nos inclinaremos por elaboraciones gastronómicas livianas.
La primavera es sinónimo, además, de vinos rosados. Poca coloración, agilidad en boca y una explosión aromática que nos llena los poros de frescura. Los rosés son versátiles y auténticos comodines cuando pensamos en maridajes.

RECOMENDACIONES
Rosados y pechugas rellenas al horno
Es una opción saludable, súper fresca y fácil de preparar. Una combinación sin demasiadas complejidades, versátil y agradable. La temperatura comienza a subir y nuestro cuerpo pide propuestas enogastronómicas divertidas y bien livianas.
Espumosos y comida mexicana
Las burbujas también son protagonistas de esta temporada en la que el solcito nos empieza a broncear. ¡Qué mejor que acompañarlas con unas ricas fajitas mexicanas! Son prácticas, fáciles de preparar y se llevarán de maravillas con cualquier espumoso seco, que nos envuelva la boca con máxima frescura.
Blancos y rosados con pizzas
Quizás, la combinación más divertida de la primavera. Las nochecitas cálidas nos invitan a disfrutar de una rica pizza, liviana, en tándem con vinos bien dinámicos, frutados, sin miramientos ni complejidades.
Blancos y rosados con ensaladas veraniegas
Las famosas ensaladas verdes, con alguna lonja de queso o un pescado magro irán a la perfección con estos vinos descontracturados, pensados, incluso, para aquellos paladares que quieren acercarse al vino.

En definitiva, he aquí algunas opciones que nos harán pasar una primavera enogastronómica sutil, simple y refrescante. Optaremos, entonces, por vinos ligeros, sin paso por barrica y con una acidez presente, que nos darán sensación de pura frescura en el paladar.