Tannat, Cabernet Franc y Zinfandel reafirman el papel de Aranjuez como pionera en la transformación del mapa del vino boliviano.
Con el lanzamiento de su colección “Hitos”, Bodega Aranjuez celebra 25 años de investigación vitivinícola destacando lo más valioso de su legado: tres variedades que, gracias a una exploración sin precedentes del valle tarijeño, encontraron su mejor versión en terroirs únicos.
TANNAT: SANTA ANA
Fue la primera en revelarse. Desde 1999, Tannat demostró una afinidad excepcional con los suelos de Santa Ana La Nueva, donde desarrolló una identidad potente y elegante a la vez. Hoy se la reconoce por sus taninos firmes, su profundidad en boca y una complejidad que le ha valido ser la varietal tinta más premiada internacionalmente del país. Por su importancia cuenta con una ley que la declaró patrimonio vitivinícola boliviano, instaurando incluso un día nacional en su honor.
Color: rojo granate intenso, con marcados tonos negros y violáceos.
Aromas: a ciruela, mora negra, arándano y frambuesa, amalgamados con delicadas notas de vainilla y clavo de olor, aportadas por su crianza en roble de tostado medio, que le añade sutiles sabores a café y chocolate.
Sabores: presenta taninos amables y firmes junto a su buena acidez que permite degustar un vino expresivo, equilibrado, agradable y de largo final.
Terroir: suelos franco-arcillosos y gran amplitud térmica.
CABERNET FRANC: EL PORTILLO
Se plantó simultáneamente con Tannat, sin embargo su verdadera expresión surgió en El Portillo, donde los suelos calcáreos y el microclima marcaron una diferencia sustancial. En este terroir, la variedad se muestra con una personalidad más fresca y floral. La cosecha se hace manual, fermentan a temperatura controlada. Crianza en barricas de roble francés durante 6 meses, luego reposa el mismo tiempo en botella.
Color: rojo rubí de gran intensidad.
Aromas: a pimiento morrón fresco, conjugadas con aromas a frutos rojos bien maduros, donde se destacan la frambuesa y la grosella junto a notas sutiles de chocolate obtenidas de su paso por roble.
Sabores: en boca es agradable y redondo, con taninos moderados y final de boca que recuerda a la cereza y la ciruela.
Terroir: laminar, franco arcilloso/limoso.
ZINFANDEL: CHAGUAYA
El desafío más reciente llegó con Zinfandel. Cultivada desde 2010 en Chaguaya, zona hasta entonces reservada a la ganadería y el maíz, esta variedad desafió toda lógica. Pero tras más de una década de observación paciente, encontró en este terroir de altura una expresión inédita en Sudamérica. Con la cosecha 2023, Aranjuez se convierte en la primera bodega del continente en comercializar un Zinfandel de este tipo.