En el marco de la ceremonia de investidura presidencial, el almuerzo oficial ofrecido a los invitados de honor se enmarcó en una celebración de la gastronomía boliviana, a cargo de tres restaurantes de prestigio nacional e internacional.
- La entrada fue una tradicional sopa de maní, servida por el restaurante «Phayawi». Este establecimiento se dedica a revalorizar la cocina tradicional boliviana, “purista en sus preparaciones y presentación”.
- El plato fuerte consistió en paiche a las brasas acompañado de chimi, walusa y topinambur. Este fue preparado por la chef Marsia Taha, al frente del restaurante «Arami», cuyo enfoque gastronómico une Andes y Amazonía.
- El postre estuvo a cargo del restaurante «Ancestral». Este remate dulce completó una experiencia gastronómica que combinó tradición, innovación y producto local.
La selección de estas casas de comida no fue casual:
- Phayawi representa la cocina boliviana de raíces, desde andina hasta amazónica, haciendo énfasis en ingredientes y recetas heredadas.
- Arami, con Marsia Taha al mando, simboliza un puente entre ecosistemas (Andes–Amazonía) y una nueva generación de alta cocina boliviana que pone en valor la biodiversidad nacional.
- La presencia de Ancestral para el postre aporta una continuidad de compromiso con la gastronomía local, cerrando el almuerzo con una nota de sabor y de identidad.
El menú no solo sirvió como alimento, sino como un símbolo de identidad nacional: al ofrecer platos que combinan tradición, ingredientes autóctonos y chefs que llevan la cocina boliviana hacia el mundo, el almuerzo presidencial refuerza la imagen de un país que abraza su riqueza cultural y natural.
Este almuerzo presidencial es un acierto simbólico que trasciende lo meramente gastronómico. Al recurrir a establecimientos que celebran la identidad boliviana —tanto en receta como en filosofía—, el nuevo gobierno envía un mensaje de valorización de lo propio, de cambio y de compromiso con la cultura local.
Sin embargo, también cabe preguntarse: ¿se replicará este enfoque en políticas concretas para fortalecer la cadena gastronómica nacional, incentivar a las cocinas regionales y apoyar a los productores locales? El almuerzo es solo el primer paso, la gestión lo debe acompañar.
Fuente: https://clic.com.bo/
