La tradicional bodega San Pedro estuvo presente en el acto de Transmisión de Mando Presidencial de Bolivia, donde Rodrigo Paz Pereira asumió la Presidencia del país.
La ceremonia se realizó en Palacio Quemado y reunió a más de 800 invitados, entre ellos representantes de 52 delegaciones internacionales, jefes de Estado, vicepresidentes y organismos internacionales.
Durante el brindis oficial, los asistentes celebraron el inicio de una nueva etapa democrática en Bolivia con el Singani San Pedro, reafirmando su valor como símbolo nacional y acompañando, una vez más, un momento clave en la historia del país.
Con más de cuatro siglos de trayectoria, la bodega San Pedro mantiene vivo su legado. Fundada en 1550, ha sido testigo de los grandes hitos de Bolivia y, en este año del Bicentenario, presentó su línea premium Illimani y el Singani Bicentenario como homenaje a la identidad y la unidad del pueblo boliviano.

VIÑA SAN PEDRO Y POTOSÍ
La historia de Viña San Pedro está estrechamente vinculada a Potosí y registra la trayectoria de cinco troncos familiares de propietarios que fueron personajes prominentes de la economía, política y la sociedad de su tiempo. En Viña San Pedro, plantaron cepas, formaron majuelos y viñedos, armaron lagares para obtener el dulce mosto, cocieron botijas y tinajas de barro, fabricaron odres de cuero y expandieron la tecnología para reducir vino a aguardiente, instalaron falcas y alambiques.
Una investigación histórica realizada a lo largo de 20 años, dirigida por la historiadora Esther Aillon que se resume en la obra “San Pedro: testigo de los tiempos”. Por la ruta del singani en Bolivia. Siglos XVI al XXI, refleja la trayectoria de San Pedro Mártir, relatando el paso de cada uno de sus propietarios.
Fue el capitán Alonso de Fonseca Falcon de la región de Algarve, Portugal, quien formó el primer tronco de la sucesión. Le siguió el hombre más rico de Potosí colonial el Maestre de Campo Antonio Lopez de Quiroga (1620-1699) cuya familia permaneció en la hacienda durante 114 años. El capitán español Pedro Antonio de Anzoleaga (siglo XVIII), su yerno Indalecio Gonzales de Socasa y su hija constituyen el tercer tronco familiar a lo largo de 77 años.
En tiempos del nacimiento de la República la conductora de Viña San Pedro fue María Josefa Lizarazu de Linares, Condesa de la Casa Real de la Moneda, quien era admirada por su carácter dominante como promotora de los valores culturales. Tras la fundación de Bolivia apoyó al Mariscal Antonio José de Sucre el 28 de abril de 1828 en la rebelión del Batallón Voltígeros. A Josefa le sucedieron su hijo Mariano Linares Lizarazu (1819-1869) y su nieta Lucrecia Linares Romero de Calvo (1867-1928).
La rama familiar Calvo continúa esta tradición, renovada con la presencia de Carlos Calvo Galindo quien adquirió en 1973 el control mayoritario de San Pedro, adquirió nuevas viñas y modernizó la primera bodega del país. De manera paralela Calvo Galindo implementó un plan social integral en San Pedro que abarcó temas de educación y salud y promovió la investigación que documenta la historia cinco veces centenaria de la Viña y Bodega San Pedro.
