El Singani, la bebida nacional por excelencia, no solo representa el sabor de los valles bolivianos, sino también una historia de tradición, adaptación tecnológica y saberes transmitidos por generaciones.
Su proceso de destilación ha evolucionado a lo largo de los siglos, desde métodos rústicos y artesanales hasta técnicas más sofisticadas que hoy garantizan calidad, pureza y reconocimiento internacional.
En la historia del Singani se distinguen tres grandes etapas de destilación: la kolchana, falca y, actualmente, los alambiques.
KOLCHANA: ORIGEN
Considerada la forma más antigua y artesanal de destilar en los valles bolivianos, la kolchana fue empleada desde tiempos coloniales por comunidades campesinas. Se trataba de una estructura hecha con piedras, barro y madera, donde se cocinaba el vino fermentado para extraer el alcohol en forma rudimentaria. Su diseño era elemental, pero eficaz.
La producción era limitada y su pureza variable, pero representaba el primer acercamiento de las comunidades locales a la elaboración del Singani. Hoy, la kolchana es parte del patrimonio inmaterial de la región y símbolo de ingenio popular.
LA FALCA: CONTROL Y CAPACIDAD
Con el tiempo, la técnica evolucionó hacia la falca, un sistema intermedio que permitió mayor control del proceso y mejores rendimientos. La falca consistía en una olla grande de cobre sellada con barro, conectada a un serpentín de condensación. Este método ya incorporaba principios más definidos de destilación, permitiendo separar con mayor precisión los diferentes alcoholes.
Fue durante siglos el método más utilizado en Tarija y otras regiones productoras, y aún se conserva en algunas bodegas como parte de procesos artesanales o demostraciones culturales.
ALAMBIQUES: PRECISIÓN Y CALIDAD
En la actualidad, la producción de Singani ha dado el salto tecnológico con el uso de alambiques de acero inoxidable o cobre, muchos de ellos de origen europeo. Estos equipos permiten una destilación más controlada y uniforme, preservando los compuestos aromáticos del moscatel de Alejandría, uva base del Singani.
Los alambiques modernos permiten aplicar técnicas como la doble destilación, el corte preciso de cabezas y colas, y la estandarización del grado alcohólico, cumpliendo con las exigencias internacionales de calidad. Gracias a ello, el Singani ha alcanzado reconocimiento en mercados como Estados Unidos y Europa, posicionándose como un destilado de alta gama.
¿Sabías?
El Singani es la única bebida espirituosa con denominación de origen exclusiva de Bolivia, y desde 2023 cuenta con el reconocimiento como «producto distintivo» por parte EEUU
