Patricio Tapia es periodista especializado en vinos. En una publicación resaltó que mientras Chile y Perú pelean por el origen del pisco, Bolivia tiene el singani y lo califica como una delicia.
El reconocido enólogo chileno Patricio Tapia destacó el “delicioso” sabor del singani boliviano y resalta que, a diferencia de los piscos de Chile y Perú, esta bebida es más fácil de generalizar en cuanto a sus sabores y aromas.
En una nota publicada en el suplemento Wiken, del diario chileno El Mercurio, resalta que el singani boliviano está hecho cien por ciento de moscatel y “es un destilado frutal y también delicado, de cuerpo más ligero si se le compara con sus primos andinos”.
Patricio Tapia es periodista y escritor especializado en vinos, conocido por sus guías y libros; así como por su labor en el extranjero como columnista de revistas especializadas y jurado internacional en eventos de cata y degustación.
En su nota publicada Los tres espíritus de los Andes, dice que el “pisco peruano y el chileno son destilados ultra conocidos por el público local. ¿Pero han probado singani? También es un destilado de vinos, viene de Bolivia y es delicioso”.
Relata que existe una disputa que lleva décadas entre Perú y Chile por el pisco, que “proviene de la destilación de vinos, principalmente de moscateles, en el caso chileno, y de moscateles y otras variedades llamadas criollas, en el caso del Perú”.
SINGANI
Es una bebida que solo usa uva moscatel Alejandría, “una variedad de gran poder aromático que, sin dudas, se transmite a los singanis bolivianos”.
“A diferencia de los distintos estilos de piscos en Chile y en Perú, en el caso del singani es más fácil generalizar en cuanto a sus sabores y aromas. Hecho cien por ciento de moscatel, sin guarda en barricas, es un destilado frutal y también delicado, de cuerpo más ligero si se le compara con sus primos andinos”, escribió.
El experto dice que a los bolivianos no se les ocurrió hacer un “singani sour”, comparando el conocido “pisco sour” de Chile y Perú, y proponerlo como coctel nacional, sino que optaron por el chuflay.
“Es una mezcla de hielos, Sprite, 7up o Ginger Ale, un chorrito de jugo de limón y, por supuesto, singani. Una suerte de piscola, pero algo más refinada. Y también levemente dulce, así es que, si prefieren, pueden usar tónica como bebida y el resultado es un gin tonic o, mejor, «sintonic» con sabor a los Andes. Delicia”, destaca.
El singani boliviano es reconocido internacionalmente y ostentan diversos premios en concursos de vinos. Destaca por su calidad y la tradición de su producción.
PISCO
“Ambos ostentan sendas denominaciones de origen, lo que no solo limita su producción a una zona geográfica (las regiones de Atacama y Coquimbo en el caso chileno y las zonas costeras del sur de Perú, desde Lima hasta Tacna), también define sus métodos de producción”, explica.
Tapia remarca las diferentes que existen en la elaboración del pisco peruano y del chileno y explica que mientras los “pisqueros peruanos y chilenos agotan sus ráfagas chauvinistas disfrazadas de reivindicación histórica (…) existe un tercer ‘espíritu’ andino que habría que considerar cuando se habla de alambiques sudamericanos. Se trata del singani boliviano”.
El enólogo explica que el singani también es una denominación de origen y se produce en Tarija, mayor volumen, y en otros departamentos.